Este cambio de gobierno, este cambio de paradigma, este viraje nos trae muchas incertidumbres.  El nuevo gobierno tomó posesión hace tan solo algunas horas, pero ya se asoman algunos peligros: para la democracia, para la propiedad privada y las libertades, y para la legitimidad del Estado y del monopolio de la fuerza.

Aclaremos algo, que se saque a la Fuerza Pública de tal o cual Ministerio no es el principal riesgo; lo realmente peligroso es que se quiera atomizar la fuerza y bajar la moral de las tropas, como una gran estrategia de debilitamiento o quebrantamiento de las fuerzas armadas.

Asimismo, peligro no es que se hable de procesos de sometimiento o acogimiento, lo grave es que terminemos indultando los más atroces delitos y que esas fuerzas se conviertan en las milicias urbanas y rurales de un nuevo régimen, tal cual como ocurrió en Venezuela.

Recordemos que, los gobiernos de izquierda o de corte autoritario buscan tener ejércitos paralelos para evitar ser derrocados y para tener cuerpos armados que le sirvan a cualquier interés extra constitucional.

Por otra parte, no tiene nada de malo que se busque la equidad o una reforma agraria, el peligro es que se comiencen a usurpar tierras, bienes y ganados ante la mirada complaciente del Estado, o que, sea el propio Estado quien busque estrategias confiscatorias como las de subir excesivamente los impuestos, sin gradualidad ni proporcionalidad.

A su vez, propuestas como dolarizar la economía colombiana no es lo grave, el peligro es que de detrás de ello se quieran sacar las caletas y lavar los dineros del narcotráfico, generando supuestas riquezas que no tienen respaldo en el PIB, creando una economía HIPER INFLACIONARIA, empobreciendo más a los colombianos para hacerse súbditos de subsidios pauperizados.

Por supuesto, lo malo no es que se proponga un registro de lobistas, el peligro es que estén preparando una estrategia para hacerse a todos los recursos de la contratación pública y las obras no se hagan.

En fin, los peligros que representa el nuevo gobierno se transforman en RETOS para nosotros. No cabe duda, nuestra principal tarea como corporados y líderes sociales será leer entre líneas todos estos cambios y advertir posibles peligros.  Porque el cambio llega de manera imperceptible y con muchos ropajes, se disfraza de mil maneras.

No cabe duda, ahí estaremos para alertar a la sociedad sobre estos peligros, suscitar el debate público, hacer oposición, desenmascarar los discursos, actuar con sentido común, rechazar las propuestas ilegítimas.

De ninguna manera, perderemos la fe, no nos doblegaran, vamos a redoblar esfuerzos de la mano de nuestro líder natural Álvaro Uribe Vélez y con el respaldo de 10 millones de colombianos que tampoco creyeron en una propuesta que pone en riesgo libertad, propiedad privada y legitimidad del Estado.

Nos vemos en el camino luchando por la Patria ¡Que viva Colombia!